EL MANEJO DE LA ÉTICA EN LA TELEVISIÓN
Por Angela Patricia Mendoza Gélvez
La ventaja de la caja negra a la que se llamó televisión, representa el reforzamiento de la palabra con la imagen, la cual en la medida en que se ha observado la influencia que genera en el televidente, surgió la existencia de una herramienta que asume el Estado para regular la programación, “como respuesta al reclamo de los ciudadanos sobre la televisión”[1].

“Bajo la normatividad introducida por la Constitución de 1991 y la Ley 182 de 1995, se creó la Comisión Nacional de Televisión (CNTV), el cual es un organismo estatal encargado de regular todos los aspectos concernientes a la prestación del servicio público de televisión”[2]
Actualmente el único propósito de la transmisión, es regirse por conseguir la mayor audiencia, con tácticas programáticas, olvidando que los medios tienen como primera medida una responsabilidad social.
Teniendo en cuenta que este medio debe cumplir con funciones, como informar, educar y entretener, en este momento solo se ha limitado a este último, obviando los anteriores, y ante todo olvidando que la libertad de información no se concibe sin la responsabilidad de los medios que la producen. Mostrando de esta manera, la falta de veracidad y objetividad, ya que la forma como se presenta la información incide en el impacto del mensaje.
La mayor parte de la información que se emite es unilateral, ya que durante su existencia, ha prescindido de mostrar un mayor número de elementos de juicio que puedan dar paso a una posición crítica y enriquecedora, para que tanto el medio como emisor y el televidente como receptor, ejecuten de manera efectiva, el uso que tiene como fin la pantalla chica.
Así como existen unas normas que deben cumplir los medios masivos de comunicación; los individuos como seres humanos que razonan, también cumplen unos deberes y derechos, en los que individualmente abarca la ética en este caso el Comunicador Social-Periodista como profesional, quien en su desempeño laboral en el área de Televisión, debe cumplir al ejecutar ciertas funciones.

Es ahí donde la función del periodista, en este caso tiene como principal obligación, respetar la dignidad humana, basada en la verdad, evitando caer en el uso de recursos inmorales, proteger la identidad de las personas para que en el momento de realizar el periodismo investigativo, la información emitida, sea honesta y basada en una ética para los televidentes.
Por lo anterior, hay que tener claro, que en todo medio existen unos fines lucrativos, ya sean privados o públicos, pero que en algunos casos han pasado por alto las normas éticas, llegando a degradar los contenidos, por unos intereses económicos.
Para nadie es oculto que los medios de comunicación y en este caso la televisión, se mantenga por pautas publicitarias, en gran parte por la importancia de los grandes hacendados.
En referencia las audiencias son la que deben decidir que ver, según sus principios, actualmente la manipulación de pensamiento, es un problema que compete globalmente, ya que se interesan más por el morbo y la vanalidad, que por los conflictos y problemáticas por las que atraviesa el país, y es ahí donde el periodista en muchas ocasiones se ve manipulado por los intereses políticos del medio.
Es ahí donde surge la pregunta, ¿Quiénes son los que verdaderamente deben regular, los medios de comunicación, la publicidad o las audiencias?
Según Hugo Aznar, “es difícil reclamar que la televisión mejore si no hay lugar para la ética y la calidad, cuando se acepta como dogma dar al público lo que pide”[3], un breve ejemplo de ello es un programa de televisión que salio al aire por el canal A en el año 1995 llamado “La Tele” emitido en un horario de 9 de la noche, los viernes, donde inicialmente su formato era algo similar al del programa “Swit”, y durante un periodo de tiempo la programación cambio, comenzándose a ver en sentido bromista, y por su aceptación llegó un determinado momento, en que se mostró con un alto contenido grotesco, y burlesco; hasta el punto de atentar contra la ética y la moral de las personas, lo que lo llevo finalmente a que desapareciera del canal pero alcanzó a emitirse durante mas de un año.
Me permito decir que a la hora de enfrentarnos en este caso personalmente a la realidad cada uno como profesionales, dependerá de la organización en la que encontremos, en ese momento se podrá ver de algún modo, como son manipulados por intereses de los dueños, y es ahí donde probaremos que tan éticos seremos con nuestras investigaciones en el momento de consultar una nota y emitir alguna información, donde se tendrá en cuenta, de acuerdo a la moral, ya que dependerá del propósito que tiene como fin capturar audiencia ya sea tanto Bruta, Neta, o en cadena.
Para finalizar tome esta frase del autor Luis Horacio Botero Montoya como reflexión y poder tomar conciencia de cual es la función como Comunicador Social-Periodista, “Si la Comunicación no contribuye a formar posiciones éticas y no moralistas frente al quehacer del ciudadano, y si aquella no contribuye a la formación y consolidación de la democracia, entonces no se puede hablar de comunicación”.
Pies de página
[1] AMADOR OSUNA, María. La Comisión Nacional de Televisión (CNTV) y la movilización ciudadana, 5 diciembre 2007, 21/05/08, Disponible en Internet: http://www.institut-gouvernance.org/es/entretien/fiche-entretien-17.html
[2] Ibíd., Pág.1
[3] AZNAR,Hugo. Los códigos éticos del periodismo y la responsabilidad de los profesionales.
[1] AMADOR OSUNA, María. La Comisión Nacional de Televisión (CNTV) y la movilización ciudadana, 5 diciembre 2007, 21/05/08, Disponible en Internet: http://www.institut-gouvernance.org/es/entretien/fiche-entretien-17.html
[2] Ibíd., Pág.1
[3] AZNAR,Hugo. Los códigos éticos del periodismo y la responsabilidad de los profesionales.
BIBLIOGRAFÍA
AMADOR OSUNA, María. La Comisión Nacional de Televisión (CNTV) y la movilización ciudadana, 5 diciembre 2007, 21/05/08, Disponible en Internet: http://www.institut-gouvernance.org/es/entretien/fiche-entretien-17.html
BOTERO MONTOYA, Luis Horacio. Comunicación pública, comunicación política y democracia: un cruce de caminos. Universidad de Medellín, (Medellín-Colombia). lhbotero@udem.edu.co. En: simposio en Bogota
AZNAR, Hugo. Los códigos éticos del periodismo y la responsabilidad de los profesionales. Ed. Paidós .Barcelona, 2005. 320 págs.