Silvia Johana Cardozo


“La ética en la televisión, realidad o utopía”


Por: Silvia Johanna Cardozo Prada



“La televisión actual está regida por el criterio de conseguir la mayor audiencia posible. Para conseguirlo, las televisiones, incluidas las públicas, se saltan las normas éticas y del buen gusto, degradando sus contenidos habituales. Todo esto se justifica aduciendo que dan a la audiencia lo que ésta pide”.

Dr. Hugo Aznar Profesor de Ética Pública y del Periodismo”Televisión, telebasura y audiencia: condiciones para la elección libre”



El dilema de la ética en la televisión atraviesa por varios aspectos tales como la implementación de la televisión digital en Colombia, el tratamiento de imágenes y noticias en cuanto a la vida privada de los personajes públicos, el manejo de programas infantiles, la importancia de la programación regional enfocada a mostrar y promover la región, el manejo de los programas educativos y las franjas familiares, entre otros.

De lo anterior tendríamos entonces como primera medida que Colombia es un país que no está preparado para asumir un cambio tan drástico en la programación, como lo es la inclusión de la televisión digital. El choque cultural que traería consigo esta iniciativa en los televidente, sería desastroso teniendo en cuenta que los colombianos no estamos preparados ni educados para interpretar, tolerar y entender cierto tipo de programación de otros países quienes mostrando su cultura, chocarían con la nuestra, tan tradicionalista, conservadora, esquematizada, algo intolerante y cerrada a aceptar con facilidad los nuevos cambios y otras formas de pensar.

Económicamente hablando, tampoco estamos en condiciones de ajustarnos a este nuevo reto puesto que ello implicaría, que cada familia, cada hogar; adquiriera nuevos televisores y aparatos electrónicos que estuviesen a la altura de las nuevas tecnologías para poder así, implementar la televisión digital que deja en situación de obsoletos a los antiguos inventos tecnológicos.

Por otra parte, el hecho de que ahora existan más canales, no significa que sea el televidente quien tenga el poder sobre los programas que quiere ver, por el simple hecho de que pueda elegir el canal de su preferencia; todo lo contrario, ahora habrán más problemas para poder regular la programación y más dificultades para que los televidentes tomen conciencia y se eduquen a través de los medios, porque ya no van a preferir ver programas educativos, ni informativos sino todos aquellos programas que promuevan, la mediocridad y el entretenimiento; que atraigan sus sentidos y satisfagan el morbo.
El profesor de ética y periodismo Hugo Aznar, hace una reflexión interesante al respecto en su artículo llamado “Televisión, telebasura y audiencia: condiciones para la elección libre”:
“El sistema de audiencia tiende a identificar elección libre con elección espontánea. Solemos pensar que una persona es verdaderamente libre cuando su elección se hace bajo ciertas condiciones. Así, por ejemplo, si me engañan o me manipulan, elegiré voluntariamente pero sería extraño decir que he elegido libremente”.
“Las preferencias verdaderamente libres deben ser preferencias informadas. Esto es evidente: si no disponemos de un mínimo de información acerca de lo que estamos eligiendo, las consecuencias de elegirlo, las posibilidades de elección, etc., no puede decirse que la elección sea libre. Si nos falta información o más aún si nos engañan o manipulan, la elección sigue siendo voluntaria (ya que la hacemos nosotros), pero no es libre y autónoma. Es lo que ocurre cuando nos venden gato por liebre: el vendedor se calla cosas que deberíamos saber y nosotros compramos engañados. ¿Ocurre esto en las televisiones?”
[1]
Pasando a otro de los dilemas éticos que atraviesa la televisión, encontramos el cubrimiento de imágenes y noticias relacionadas con la vida privada de los personajes públicos. ¿A quién le importa, por citar ejemplos; si Shakira le puso los cachos a Antonio de la Rua o si Claudia Bahamón, tuvo un conflicto con su novio y luego los encontraron entrando a un motel para arreglar el problema? La vida personal de los famosos, por más personajes públicos que sean, no tiene porque ser revelada, es problema de cada quien, lo que haga con su vida íntima desde que sus acciones no involucre a terceros. Los personajes públicos se hicieron famosos en algún momento, no por los escándalos de su vida intima, sino por tener algún talento, alguna cualidad, que cautivó la atención del publicó que los sigue y admira. Por lo anterior, son las cuestiones de tipo profesional las que se deben tener en cuenta a la hora de publicar una noticia y no las cuestiones personales que son privadas y que a nadie más que a ellos, les debe de importar.
La realización y emisión de programas infantiles es otro dilema ético en la televisión, donde encontramos que, ni los horarios de estos programas son favorables para ser vistos por los menores y sus contenidos no educan ni entretienen sanamente.
A su vez, no existe un control por parte de los canales, en cuanto a la transmisión o regulación del tipo de programación adecuada para los niños y estos finalmente terminan siendo espectadores de las novelas y las películas que ven los adultas, sin recibir ninguna orientación que minimice sus impactos y efectos negativos. Pareciera como si la parilla de programación infantil estuviera como frase de cajón en los menús de las programadoras para decir que sí se piensa en los niños y que también se les tiene en cuenta a la hora de presentar una emisión variada e integral en su contenido. Pero a la hora de la verdad es que estos programas que se supone entretiene y educan a los menores, no están siendo aprovechados por los mismos, por lo que mencionaba al principio de este item; los horarios y los contenidos, resultan inapropiados.

El dilema de los canales regionales, por su parte, radica en que estos se crean principalmente para buscar un lucro económica por parte de sus directores o dueños y no con miras a satisfacer las necesidades y gustos de las audiencias regionales que son su público objetivo y directo. ¿Para qué un canal local, si va a mostrar los mismos programas que los canales nacionales? O lo que es peor, ¿Para qué una copia de los contenidos y formatos nacionales en los programas locales? Esto no tiene ningún sentido. Lo que se requiere es buscar integrar lo local a la programación mostrando lo nuestro, lo que nos hace únicos y autóctonos como la arquitectura, los paisajes, los deportes, la cultura, lo social, las artes, todo; pero siempre y cuando las fuentes, los personajes y los espacios; sean tomados en la región; de esta manera se logra que la audiencia se identifique con los programas y se sienta motivada a verlos.

La publicidad también amenaza la ética de los periodistas y comunicadores. A los medios no les interesa evaluar ni regular la publicidad que emiten porque simplemente esto los lucra económicamente. Mostrar una publicidad a cualquier hora y en cualquier momento del día, de mujeres semi desnudas por ejemplo, y casi teniendo sexo; es algo cotidiano de ver en las pantallas y que a los dueños de los canales no les importa divulgar porque entre más salga la publicidad y por mayor tiempo, mayor es la ganancia o el lucro económico para ellos.

De lo anterior Aznar menciona lo siguiente: “La lógica económica está clara. Los medios de comunicación forman empresas y han de conseguir ingresos para rentabilizar sus inversiones y dar beneficios. Puesto que estos ingresos dependen de la publicidad y a ésta le interesa llegar a la mayor cantidad de público, las televisiones tienen que aumentar su audiencia para incrementar sus ingresos publicitarios. La noción misma de audiencia proviene del ámbito publicitario y su predominio a la hora de decidir la programación refleja el papel dominante del mercado en este ámbito de la comunicación”
[2]

La competencia entre los canales privados, hace que el término ética desaparezca también. Hablar mal del otro y recurrir a la inmediatez de emitir una noticia únicamente para captar la atención del público primero que el otro canal, sin antes darle el tratamiento y la investigación requerida a la nota; son algunos de los principios que olvidan y emiten los medios masivos de comunicación, por aquellos de la constante competencia entre unos y otros. Esto no quiere decir que la competencia sea mala. La competencia es buena en la medida en que hace que la exigencia y la disciplina sean mayores para alcanzar el éxito, pero cuando se transforma en egoísmo y en mecanismo para hacer quedar mal al otro, es cuando en vez de construir, termina destruyendo.

Nadie habla mal de si mismo y en esa medida también es común encontrar medios de comunicación que protejan la vida de políticos y miembros del estado que pautan en el medio. La omisión de información, callar o encubrir actos ilícitos también es falta de ética en la televisión.

Finalmente y hablando de los programas educativos e informativos; ¿Será que realmente están siendo vistos y aprovechados por las audiencias, o simplemente los horarios de transmisión son tan tardíos que nadie los ve? Programas como los del defensor del televidente donde se tocan temas importantes que educan a la audiencia y que generan una cierta reflexión sobre los contenidos de la programación; y que a su vez, le permiten a los televidentes comunicarse, participar y discutir directamente sobre los temas de reflexión; no están siendo aprovechados en su totalidad, por los horarios de emisión en los que son transmitidos. De igual forma sucede con muchos otros programas de directores quienes quieren darle un giro diferente a lo tradicional pero que por ser polémicos y no causar tal vez el mismo impacto que otros, son emitidos pero desaprovechados.

Cualquiera diría que con toda la reflexión anterior, la televisión resulta una amenaza para los televidentes, pero en realidad la intención no es satanizar al medio sino hacer una reflexión sobre la importancia y el impacto que tiene la ética en la construcción del tejido social, la sana convivencia, la tolerancia y el desarrollo de cualquier estructura social; y como la televisión en su falta de ética, rompe y no permite que esos procesos se lleven acabo.

La televisión no es mala, el entretenimiento no es malo, la publicidad no es mala; lo malo es el cómo se trabaja, el cómo se construye.

Se supone que los hombres han sido dotados de un grado superior de raciocinio el cual los hace diferentes de los animales, pero pareciera que ese grado sólo les hubiera servido para autodestruirse, en vez de evolucionar. Nadie desconoce los grandes avances a nivel tecnológico y científico que el hombre ha alcanzado, pero a si mismo y haciendo uso de su inteligencia, el hombre la ha empleado no para construir y hacer el bien, sino para destruirse a si mismo poco a apoco haciendo el mal. Cada avance trae consigo un problema, o si no recordemos esto: Los computadores que se suponían, eran para facilitarle la vida a los hombres, también tienen virus que curar; las armas que fueron creadas para que el hombre pudiera cazar y alimentarse, se convirtieron en artefactos para amenazar la vida de los civiles y obtener el poder por la fuerza y volviendo a la televisión, que fue creada como un medio para comunicar y educar, ahora divide y genera conflicto.

La ética en la televisión al igual que en los otros medios, sigue siendo una utopía, un cambio que sólo se puede alcanzar desde el compromiso personal vuelto colectivo. Ser ético es una decisión personal que se forma desde casa y en las instituciones educativas y es por esto que promover la ética, no puede verse como frase de cajón, sino como una necesidad y un compromiso. Aplicar la ética resultaría sencillo, si en el actuar diario, los hombres recordaran aquel dicho popular que dice: “no hagas a los demás lo que no quieras que te hagan a ti”.

Y termino diciendo que se es ético tanto a nivel personal, como profesional y que la ética, es en definitiva, un bien necesario.

Pie de Página


[1] Aznar, Hugo (2002): Televisión, telebasura y audiencia: condiciones para la elección libre. Revista Latina de Comunicación Social, 48. Recuperado el x de xxxx de 200x de: http://www.ull.es/publicaciones/latina/2002/latina48marzo/4807aznar2.htm

[2] Aznar, Hugo (2002): Televisión, telebasura y audiencia: condiciones para la elección libre. Revista Latina de Comunicación Social, 48. Recuperado el x de xxxx de 200x de: http://www.ull.es/publicaciones/latina/2002/latina48marzo/4807aznar2.htm




Bibliografía básica




· Cátedras de Deontología de la comunicación por el docente Jaime Pallares. Facultad de Comunicación Social y Periodismo. Universidad Pontificia Bolivariana, seccional Bucaramanga.

· Aznar, Hugo (2002): Televisión, telebasura y audiencia: condiciones para la elección libre. Revista Latina de Comunicación Social, 48. Recuperado el x de xxxx de 200x de:
http://www.ull.es/publicaciones/latina/2002/latina48marzo/4807aznar2.htm


Jorge Ríos




Una Realidad y un llamado:por la televisión Nacional




En Colombia el uso y manejo de la información, es según la Constitución Nacional, un acto libre de los ciudadanos. Es decir, toda persona sin excepción alguna tiene el deber y el derecho de informar y estar informado. Nadie, tiene ninguna autoridad para violentar, atropellar, entorpecer, ni obstaculizar el libre ejercicio del derecho a la información.

Los Medios Masivos de Comunicación están creados bajo el principio básico de satisfacer la necesidad de la información. Con el paso del tiempo esto ha ido cambiando; los avances tecnológicos, las dinámicas sociales, la masificación de los medios, y la supervivencia económica, han hecho de los MMC un sistema en donde, entretener y vender, sean la piedra angular para la creación de los productos, ya sean televisivos, radiales o de prensa escrita.

Al analizar el impacto de dichos medios en los hogares colombianos, la televisión desde su aparición se convirtió en el centro de atención de las familias colombianas, disminuyendo notablemente el uso de los periódicos y de la radio. Dentro de la distribución espacial de las familias en Colombia, el televisor tiene un lugar predominante. Por ejemplo, si es en la sala de la casa, este debe estar en medio de todos, de tal forma que las reuniones se realicen en torno a él; ahora si la capacidad adquisitiva es mayor, ya no hay la necesidad de sentarse todos en la sala, puesto que cada integrante tiene un TV en su cuarto, así se evitan las reuniones y cada uno ve lo que quiere.

Se puede decir entonces que este es el medio con más aceptación e importancia mediática en el país. Si esto es así, entonces cual es la situación actual de la televisión en Colombia? Como está distribuida? Qué tipo de programas emite? Quienes son sus dueños? Como se maneja la información en sus noticieros? Estos interrogantes son los que llaman la atención en la escritura de este artículo, que si bien no intenta responder estos, por lo menos quiere acercarse un poco a la realidad.


Los Canales

Privados y públicos, así están distribuidos los canales de televisión. Por supuesto la pertenencia o no a u grupo respectivo, determina el tipo de programación y el presupuesto para la misma.

LO PRIVADO
Los Canales Privados, son RCN Televisión y Caracol Televisión. Estos pertenecen respectivamente a 2 grandes empolios económicos, uno es la organización Carlos Ardila Lule y el segundo el grupo Santo Domingo. Ellos pueden considerarse los magnates de la información en el país, puesto que además son dueños de los periódicos, semanarios y envistas más importantes del territorio colombiano.

Desde su creación RCN y Caracol, han tenido una lucha directa por captar audiencia y marcar el primer lugar en el rating. La competencia es tan intensa que hoy en día no hay ninguna diferencia entre ellos ( en su programación ni en los horarios de la misma). Por ejemplo, de lunes a viernes, todas las mañanas, programas como “Muy buenos Días” de RCN y “Día a Día” de caracol, son transmitidos a la misma hora, con el mismo formato y con el mismo propósito, el de entretener de forma vacía, a las amas de casa, basados por supuesto en la premisa machista, de quien está en la casa la mañana es la mamá y el mejor contenido para ellas es el de los chismes. En las tardes bombardean al televidente con una serie de producciones (telenovelas) mexicanas y argentinas, en donde se vende un estereotipo de la mujer, el hombre y el sexo, que transgrede la cultura colombiana.

En las noches, llegan las tan esperadas producciones nacionales, que según “la malicia indígena” de sus contenidos, de la belleza de los personajes alcanza o no el pico más alto en el rating.

Tristemente la producción de los canales privados, no saben realizar más que novelas. Hoy en Día están saliendo al aire, 10 novelas, 5 en cada canal, entre las 8 PM y las 11 PM, todos los días de lunes a viernes sin excepción alguna. Hasta ahora no existe ni un solo ejemplo de un seriado exitoso producido por ellos, lo único que se ha hecho es elaborar miniseries, como “la Hija del Fiscal” en RCN y “Sin Tetas no hay Paraíso” de Caracol” en donde se explota la realidad Colombiana de la década de los 90, y eso es lo que se vende al exterior.

Los noticieros y el manejo que se le da a la información es otro punto en común, Los noticieros más que eso parecen magazines en donde las noticias frías tienen una duración de media hora a cuarenta minutos máximo, la sección de deportes dura 10 minutos aproximadamente y el resto del tiempo que es de una hora, es un insulto para la audiencia y no van con un noticiero serio. Por ejemplo el tiempo dedicado a secciones como el “Farándula”, “Correcaminos”, “Usted Elige”, “Consumo Cuidado”, “Hágalo en Casa”, en fin… este tiempo podría ser utilizado para profundizar en notas que sean verdaderamente de interés nacional, porque ellos son eso, noticieros nacionales. Además es triste darse cuenta que las noticias tengan una sola fuente y si es verdaderamente importante, entonces son dos. Que en la mayoría de los casos, estas son fuentes oficiales, no hay sino una versión de los hechos y si hay algún tipo de implicación de de orden político o económico que afecte al canal, la noticia se “cuelga” o sale a “medias”.

No se intenta destruir estos canales, porque la culpa no es de ellos. El peso de esta situación recae sobre la audiencia, sobre todas aquellas personas que día a día se sientan frente al televisor sin ningún tipo de criterio, todas esa personas a las que la pereza mental los obliga a pensar lo que le digan los medios, a todos ellos a quienes la realidad del mundo no va más allá de lo que puedan ver sus ojos, ellos son los verdaderos culpables de esta programación. Es cierto que los medios son los que tienen el dinero y son los que producen, que a propósito lo hacen muy bien, pero son los televidente los que eligen que ver y producto que no se vea no continua, entonces la responsabilidad está en quien elige.



LO PÚBLICO


La realidad de la televisión pública es totalmente diferente. Puede decirse que el principal problema de esta es la falta de recursos, pro sobre todo la falta de iniciativa y de propuestas.

Los canales nacionales Señal Colombia , Canal Institucional y el Canal Uno; los regionales Tele- pacífico, Tele-Antioquia, Tele-Caribe, Tele-Café, TRO, y; canales locales como City Tv, hacen parte del paquete de televisión pública.

En los nacionales, la programación es variada; Por ejemplo en Señal Colombia, el contenido es altamente Cultural, programas como “Culturama” son una fiel muestra de ello. El canal Institucional tiene una función en particular y es la de televisar debates de orden nacional, referentes a aprobaciones y discusiones de la Cámara y el Senado, con la finalidad de informar al pueblo colombiano sobre que esta pasando al interior de sus instituciones legales.

Los regionales, son una muestra clara de la diversidad cultural que existe en Colombia, cada uno de esos busca divulgar todo lo referente a sus regiones, actos culturales, problemas sociales, logros empresariales y sobre todo impulsar el talento de la tierra.

La televisión local, a excepción de City TV, es un experimento que se convierte en escuela para todos aquellos que quieren dar sus primeros pasos en Tv. City Tv hoy en día es el tercer canal más importante de Colombia, tiene una infraestructura muy bien lograda, tiene el apoyo económico necesario y en su programación hay un alto contenido juvenil, de actualidad y cultural.

Esta grupo de canales nacionales, regionales y locales, se convirtieron en una gran red de información, que aunque con fallas de producción y de contenido, lógicos de todo nuevo proyecto, ha logrado de una u otra forma descentralizar un poco la hegemonía de los canales privados.

Existen dentro de ellos, experiencias de trabajo de muy buena calidad, ese es el caso de “Red Uno Independiente”, noticiero del canal Uno, que al analizarlo es lo mas parecido a un programa de género informativo existente en el país.

Y AL FINAL….
La audiencia debe tomar control de los medios y no los medios de ellos, existen las herramientas para presionar a los canales privados y existen los espacios para trabajar y producir en la televisión pública. Una sociedad como la colombiana, necesita que todos se pongan la camiseta y no esperar que el otro lo haga.



JORGE ANDRES RIOS TANGUA
69299









Bibliografía

http://www.mediosparalapaz.org/index.php?idcategoria=2428
www.gruporpp.com.pe/codigoetica
http://www.dialogosfelafacs.net/
Aznar, Hugo (2002): Televisión, telebasura y audiencia: condiciones para la elección libre. Revista Latina de Comunicación Social, 48. Recuperado el x de xxxx de 200x de: http://www.ull.es/publicaciones/latina/2002/latina48marzo/4807aznar2.htm















Angela Patricia Mendoza


EL MANEJO DE LA ÉTICA EN LA TELEVISIÓN




Por Angela Patricia Mendoza Gélvez



La ventaja de la caja negra a la que se llamó televisión, representa el reforzamiento de la palabra con la imagen, la cual en la medida en que se ha observado la influencia que genera en el televidente, surgió la existencia de una herramienta que asume el Estado para regular la programación, “como respuesta al reclamo de los ciudadanos sobre la televisión”[1].

“Bajo la normatividad introducida por la Constitución de 1991 y la Ley 182 de 1995, se creó la Comisión Nacional de Televisión (CNTV), el cual es un organismo estatal encargado de regular todos los aspectos concernientes a la prestación del servicio público de televisión”[2]

Actualmente el único propósito de la transmisión, es regirse por conseguir la mayor audiencia, con tácticas programáticas, olvidando que los medios tienen como primera medida una responsabilidad social.


Teniendo en cuenta que este medio debe cumplir con funciones, como informar, educar y entretener, en este momento solo se ha limitado a este último, obviando los anteriores, y ante todo olvidando que la libertad de información no se concibe sin la responsabilidad de los medios que la producen. Mostrando de esta manera, la falta de veracidad y objetividad, ya que la forma como se presenta la información incide en el impacto del mensaje.

La mayor parte de la información que se emite es unilateral, ya que durante su existencia, ha prescindido de mostrar un mayor número de elementos de juicio que puedan dar paso a una posición crítica y enriquecedora, para que tanto el medio como emisor y el televidente como receptor, ejecuten de manera efectiva, el uso que tiene como fin la pantalla chica.

Así como existen unas normas que deben cumplir los medios masivos de comunicación; los individuos como seres humanos que razonan, también cumplen unos deberes y derechos, en los que individualmente abarca la ética en este caso el Comunicador Social-Periodista como profesional, quien en su desempeño laboral en el área de Televisión, debe cumplir al ejecutar ciertas funciones.

Dentro de las normas éticas que debe regir la televisión para no caer en su incumplimiento, existe la legislación del código del menor, en el que se hace un cubrimiento responsable, donde se ve al menor como ser indispensable para la sociedad, entre otras cosas, ya que los menores tienen derecho a la protección la cual esta regida por el articulo 12 y 13 de los derechos del niño.

Es ahí donde la función del periodista, en este caso tiene como principal obligación, respetar la dignidad humana, basada en la verdad, evitando caer en el uso de recursos inmorales, proteger la identidad de las personas para que en el momento de realizar el periodismo investigativo, la información emitida, sea honesta y basada en una ética para los televidentes.
Por lo anterior, hay que tener claro, que en todo medio existen unos fines lucrativos, ya sean privados o públicos, pero que en algunos casos han pasado por alto las normas éticas, llegando a degradar los contenidos, por unos intereses económicos.
Para nadie es oculto que los medios de comunicación y en este caso la televisión, se mantenga por pautas publicitarias, en gran parte por la importancia de los grandes hacendados.

En referencia las audiencias son la que deben decidir que ver, según sus principios, actualmente la manipulación de pensamiento, es un problema que compete globalmente, ya que se interesan más por el morbo y la vanalidad, que por los conflictos y problemáticas por las que atraviesa el país, y es ahí donde el periodista en muchas ocasiones se ve manipulado por los intereses políticos del medio.

Es ahí donde surge la pregunta, ¿Quiénes son los que verdaderamente deben regular, los medios de comunicación, la publicidad o las audiencias?

Según Hugo Aznar, “es difícil reclamar que la televisión mejore si no hay lugar para la ética y la calidad, cuando se acepta como dogma dar al público lo que pide”[3], un breve ejemplo de ello es un programa de televisión que salio al aire por el canal A en el año 1995 llamado “La Tele” emitido en un horario de 9 de la noche, los viernes, donde inicialmente su formato era algo similar al del programa “Swit”, y durante un periodo de tiempo la programación cambio, comenzándose a ver en sentido bromista, y por su aceptación llegó un determinado momento, en que se mostró con un alto contenido grotesco, y burlesco; hasta el punto de atentar contra la ética y la moral de las personas, lo que lo llevo finalmente a que desapareciera del canal pero alcanzó a emitirse durante mas de un año.


Me permito decir que a la hora de enfrentarnos en este caso personalmente a la realidad cada uno como profesionales, dependerá de la organización en la que encontremos, en ese momento se podrá ver de algún modo, como son manipulados por intereses de los dueños, y es ahí donde probaremos que tan éticos seremos con nuestras investigaciones en el momento de consultar una nota y emitir alguna información, donde se tendrá en cuenta, de acuerdo a la moral, ya que dependerá del propósito que tiene como fin capturar audiencia ya sea tanto Bruta, Neta, o en cadena.

Para finalizar tome esta frase del autor Luis Horacio Botero Montoya como reflexión y poder tomar conciencia de cual es la función como Comunicador Social-Periodista, “Si la Comunicación no contribuye a formar posiciones éticas y no moralistas frente al quehacer del ciudadano, y si aquella no contribuye a la formación y consolidación de la democracia, entonces no se puede hablar de comunicación”.




Pies de página



[1] AMADOR OSUNA, María. La Comisión Nacional de Televisión (CNTV) y la movilización ciudadana, 5 diciembre 2007, 21/05/08, Disponible en Internet: http://www.institut-gouvernance.org/es/entretien/fiche-entretien-17.html
[2] Ibíd., Pág.1
[3] AZNAR,Hugo. Los códigos éticos del periodismo y la responsabilidad de los profesionales.








BIBLIOGRAFÍA


AMADOR OSUNA, María. La Comisión Nacional de Televisión (CNTV) y la movilización ciudadana, 5 diciembre 2007, 21/05/08, Disponible en Internet: http://www.institut-gouvernance.org/es/entretien/fiche-entretien-17.html

BOTERO MONTOYA, Luis Horacio. Comunicación pública, comunicación política y democracia: un cruce de caminos. Universidad de Medellín, (Medellín-Colombia). lhbotero@udem.edu.co. En: simposio en Bogota

AZNAR, Hugo. Los códigos éticos del periodismo y la responsabilidad de los profesionales. Ed. Paidós .Barcelona, 2005. 320 págs.

Visita a Barrancabermeja

VISITA A BARRANCABERMEJA
Estudiantes de primer semestre de la Facultad de Comunicación Social- Periodismo, y las docentes Sandra Zapata, Beatris Elena Mantilla y Olga Lucía Rueda visitaron el pasado 8 de mayo diferentes sitios del Municipio de Barrancabermeja, dentro de ellos se encuentran:
  • Arquidiocesis de Barrancabermeja
  • Gente Comuna- Periodico comunitario
  • Antena del Río
  • El llanito- Comunicación Comunitaria
  • Programación de desarrollo y Paz del Magdalena Medio
  • Salud sexual y reproductiva del Magdalena Medio